El diseño de sellos postales es una actividad muy particular dentro del diseño gráfico, con aristas muy diversas. Y siempre un desafío, tanto intelectual como gráfico por un condicionante importante: el tamaño del soporte. El formato de sello postal más utilizado por el Correo Oficial en Argentina es 34mm x 44 mm, haciendo cuentas rápido nos damos cuenta que es más pequeño que una tarjeta personal promedio. Y sin embargo en una superficie tan pequeña se pueden contar universos, sucesos, personajes, y cualquier cosa del mundo que valga la pena ser contado. El mundo filatélico es cualquier cosa menos aburrido, es bastante complejo y diseñar un sello postal es bastante más que hacer algo chiquito, en todo caso es hacer algo grande desde una escala pequeña. Creo que como pieza de diseño es una donde más se ponen en juego las posibilidades de la edición y este ejemplo es interesante para analizar pues el relevamiento y la edición transformaron lo que iba a ser una pieza con características "normales" a un trabajo de alta complejidad e innovador, publicado por Correo Argentino y a cargo de Darío Cánovas, un diseñador muy interesante de estas latitudes.
El pedido original del trabajo era realizar un producto filatélico sobre la Ruta 40, algo así como nuestra Ruta 66, con menos chapa hollywoodense y sin dennis hopper pero con el mismo o mayor valor antropológico, turístico, económico por el recorrido que hace. Desde el punto vial es una de los atributos más importantes que tiene nuestro país, poco explotado y no muy conocido también. Uno de los objetivos que tienen los correos oficiales del mundo es poner en valor y dar a conocer lo propio de cada país, como función cultural, aunque sea mucho más que eso. Esa función corre tanto internamente como externamente.
El diseño gráfico, en tanto actividad que comunica, tiene esa capacidad de ponderar cosas, de establecer miradas, de contar cosas sobre las cosas, a veces hacer interesante lo que a priori no lo es, a veces hacer interesante algo que de por sí lo era. En este caso, lo primero que uno podría preguntarse al arrancar el trabajo es ¿qué cuento de una ruta que tiene 5000km de largo? ¿cómo hago para meter una ruta tan extensa en un espacio tan reducido? más importante aún, ¿qué es una ruta?...preguntas entre muchas otras que la pieza final deberá resolver. Por otro lado, desde cierta mirada muy simplista, pero válida, una ruta no deja de ser un camino asfaltado o de tierra o ripio, con señaletica de vez en cuando y paisajes a los costados. Y rutas y caminos hay muchos.
El relevamiento como parte de la etapa de cualquier anteproyecto implica poder establecer hipótesis de trabajo, de poder dibujar un esquema semántico para tener en claro qué relaciones sintágmaticas y paradigmáticas atraviesan el pieza, que actores estarán implicados, cómo es el universo de expectativas del usuario cautivo y por captar, inclusive saber por qué uno es parte de ese proyecto. En el caso de Ruta40 el relevamiento da cuenta de una extensión, de regiones del país con su identidad propia, de una fauna y flora que puede servir como elemento contextual, de datos estadísticos concretos (extensión, cantidad de vehiculos, pueblos y ciudades unidas, etc), de una historia, como objeto en relacion a objetos similares en el mundo (grandes rutas sin repetir ni soplar ya: ruta 66, ruta panamericana, etc), de otras piezas postales que sean de esa temática, etc.
En este caso el relevamiento direccionó el proceso de laburo, ya que quedó en claro que hablar de la ruta 40 es hablar de todo lo que ella une o articula y que en eso está su valor. Y que esto no alcanza con un mapa (podria haber sido un buen mapa aunque un mapa nos da información a un costo alto), aunque algo de mapa deba tener al final.
Creo que aquí aparece una pregunta que fue clave en el diseño y que puede parecer algo muy simple, ¿si la ruta 40 es una cosa muy larga, por qué no hago un sello postal bien largo? Si esta cosa de la "largosidad" es central en este objeto, por qué no lo evidencio? Este es un buen ejemplo como el planteo es clave mas que la solución.
La resolución final surgida del enteproyecto combina de una manera muy concreta el universo de los mapas, de la infografía, tiene algo cosa turística pues la edición de fotos y el formato propuesto y plegado tiene algo de libro de postales, todo en una misma pieza. Utilizando todo el ancho que permite el pliego de impresión que tiene el papel que se utiliza, que es uno especial más un empleo al límite del dentado (el perforado). Por último el relevamiento ayudó a definir algo vital en cualquier pieza que es el camino de acceso a la misma, por donde voy a conducir al espectador, en esta caso el camino racionalista.
Y la edición final tiene un muy buen equilibrio de los universos a tratar por el tema central, ya que cualquier elemento que aparece en un sello postal pasa por un proceso de investigación y aprobación riguroso, en términos que no hay posibilidad de error alguno en el manejo de la información. Y este trabajo fue exitosamente ambicioso en eso, el resultado final da cuenta de eso. Es un muy buen ejemplo de cómo cuando uno se 'copa" con algo puede lograr resultados sorprendentes.
Juan Miranda
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