que quiere sino lo que debe. Desde esta parafraseo del siempre digno
Alem, pensamos nuestro compromiso con la Educación pública en general
y con la Universidad pública en particular.
Y nuestro compromiso es defender nuestro espacio. Lo hacemos desde
hace mucho tiempo. Formando y formándonos, pensando, reflexionando,
aprendiendo de nuevas experiencias, buscando nuestras contradicciones
para abrirnos a nuevos caminos de conocimiento y poder socializarlo
con nuestra comunidad. Nuestro compromiso, que excede largamente el
tándem lunes/jueves, está directamente vinculado a aquello que hemos
aprendido a querer, honrar y respetar: el enseñar. Y para enseñar hay
que poner el cuerpo.
Vaya a saber porqué maldita lógica en la Argentina se articula
siempre aquello del: "esto fue siempre así, no es de ahora". Ergo, la
situación de la universidad está cada vez peor, pero siendo parte de
determinado status quo, parece ser que entonces no es tan grave. Me
pregunto si con esa misma lógica los padres deberían seguir golpeando
a sus hijos para enseñarles, las mujeres deberían volver a su
proscripción política, mis bisabuelos deberían volverse a la parte
pobre de Italia, etc etc. Por romper esa dinámica y porque nos
sentimos comprometidos, es que nos negamos a la ceguera voluntaria.
Ceguera de que hace casi un mes de que comenzaron las clases y no
existen nombramientos docentes. Que cuando se institucionalicen, la
mitad de nosotros estará ad honorem y la otra mitad sub rentada
(ejercerá un cargo, pero el sueldo será de uno inferior).
¿Quién de nosotros acepta un trabajo donde no sabe qué sueldo
cobrará, cuándo lo cobrará, si es que lo cobrará?
Es por eso que nos adherimos a este paro nacional universitario del
15/16/17 de abril. Porque nos sentimos parte de esa fenomenal
paradoja donde los docentes de las universidades nacionales de todo
el país con su esfuerzo, sacrificio, pasión y pulsión sostenemos un
sistema educativo público y gratuito que nos enorgullece, pero que
posee una contracara no sólo ilegal, sino a todas luces
surrealistamente inmoral.
Por eso paramos.
El cuerpo docente de la cátedra
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