jueves, 14 de enero de 2010

la diferencia entre el vinagre y el aceto balsámico














Voy a admitir que hay intencionalidad manifiesta en comparar la portada de la revista Noticias con la portada de la revista Esquire. Es una comparación que no resiste mucho análisis, una revista semanal enfrentada a una revista mensual, una revista nacional con otra que ya es una franquicia internacional, dos estilos bastante diferentes de periodismo bah, dos estilos bastante diferentes de todo, una portada con una foto casi de celular contra otra bien producida en estudio (por Patrick Zwirc). Sin embargo las dos tratan sobre la actualidad, aunque una de un modo ya no caliente sino incandescente, mientras que la otra de un modo más "cool", claro que la primera justamente trata sobre la actualidad relatada a partir de noticias (cuac) y la segunda a partir de notas. Sin embargo la comparación no pasa por estas cuestiones sino por la manera de retratar y contar algo tan maltratado en estos tiempos, como la vejez y el final de la vida de las personas. Tengo que admitir también que cuando vi la portada de Noticias en un kiosco entre tanta portada por la desaparición física del gran Sandro de América lo primero que me pasó fue sentir una gran indignación. También me vino a la cabeza la vieja discusión sobre medios sobre que hay fotos que son impublicables, y que hay temas de los que habría que ser extremadamente cuidadoso y respetuoso. También me vino a la cabeza la historia sobre que los indígenas no dejaban ser retratados porque pensaban que la fotografía les robaba el alma. Particularmente esta fotografía de Sandro nos roba un poco el alma a todos, ya que la cultura pop nos hace partícipes. En tiempos donde hay una sobre abundancia de imágenes parece que todas dan lo mismo, pero a los directores de arte y fotografía no debería ocurrirles lo mismo. También me pregunté por la extraña manera de diagramar esa portada pero eso ya me pareció una trivialidad ya que eso sería preocuparse por si una ventana del titanic está sucia mientras el barco se hunde...Mi indignación primero pasó por el lugar común de cuestionarme cuán mercenario puede llegar a ser un medio (cualquier medio, no sólo Noticias) en pos de vender unos ejemplares más, o cuál es el límite del amarillismo o sensacionalismo o los peligros de ir siempre a 200 por hora, ya que todo el tiempo hay que subir la apuesta para mantener un contrato de lectura. No hay que ser tan inocente con respecto a los medios ya que estos venden malas noticias, los diarios son el extremo de esta premisa. El caso de Noticias es como el colmo de la mala noticia, no solo es la muerte de un ídolo popular, sino que hay algo que la hace doblemente mala noticia. No cabe preguntarse por qué la revista no se preguntó por la ética de la medicina en otro momento, y si la medicina debe prolongar la muerte o mejorar la calidad de vida. Tal vez el mérito de los medios en estos tiempos es un extraño modo camaleónico, que es la de ser experto de cualquier tema, y hacernos creer eso.
Juan Miranda