Discutiendo con Juan el plan de cursada del 2009, él citando a Einstein me dijo:"Sino se puede representar, la idea no está clara". Y sobre eso, se me ocurrió pensar que sino se puede representar, pero a la vez verbalizar, definitivamente, la(s) idea(s) no estarán claras, ni reproducibles. La imagen que ilustra este post es muy querida por mí. Es el resumen de la clase que me permitió ganar el concurso de titular, y que hoy tenga una cátedra a mi cargo. Hubo que prepararla en 48 horas y no hubiera sido posible sin la ayuda de muchos (un registro de eso es el "te quiero" de la parte superior derecha), pero lo más importante era tener claras las ecuaciones de pensamiento que llevaran adelante una idea central con muchas otras subsidiarias y complementarias a la vez. Aun a riesgo y miedo de ser Russell Crowe en A beautiful mind (Una mente brillante), donde en tanta abstracción se pierde el sentido de realidad, los diferentes modelos de representación nos van sirviendo en dos sentidos: acumulativo (se van sumando argumentos, matices, nuevos datos) y evolutivo (se pulen encuentros y desarrollos, se sintetizan movimientos, se clarifican cruces). Por esto es que les pedimos que en cada paso del mapa lo registren y acopien para después observar el resultado final. Ese proceso, una vez concluido el trabajo, no sólo nos permite evaluar nuestra propia evolución, sino que sorprendentemente, nos vincula con cariño (y cierta melancolía) a ese camino recorrido.
Pablo Salomone
Pablo Salomone